Dave Grohl asegura que tenían misteriosas interrupciones al grabar su décimo álbum de estudio, y estas eran ocasionadas por fantasmas.

Para la grabación, la banda se instaló en una vieja casa en Encino, California, donde la vibra era algo extraña, sus instrumentos se desafinaban y las grabaciones se borraban sin explicación alguna.

Otra situación que vivieron fue que se escuchaban ruidos extraños en micrófonos que se encendían para grabar sin que nadie estuviera siquiera tocando un instrumento. David platica como incluso tuvieron que poner un monitor de bebes para poder captar cualquier cosa misteriosa.

‘’Luego nos enteramos de la historia de la casa, tuve que firmar un maldito contrato de confidencialidad con el arrendador porque trata de venderla. No puedo decir qué pasó ahí, pero estas cosas que pasaron en un corto periodo de tiempo nos hicieron terminar el álbum tan pronto como pudimos’’ fue algo de lo que platicó al respecto.